sábado, 26 de noviembre de 2011

MONEDAS

Al hablar de monedas parece interesante recordar que nuestra palabra castellana “moneda”, procedente de la latina “moneta, ae”, proviene remotamente de un epíteto de la diosa Juno, Moneta, de la misma raíz que el verbo “moneo”, “avisar”, y que vendría a significar “avisadora” porque avisó previamente a los romanos con ocasión de un terremoto; el templo de esta diosa, Juno Moneta, se alzaba en Roma al lado de la casa donde se fabricada el dinero, de modo que, por contigüidad y metonimia, las piezas de dinero se llamaron “monéate” con el mismo epíteto dado a la diosa; recordemos, de paso, que “dinero” viene del nombre de una moneda romana equivalente a 10 ases llamada “denarius” (denario), de ahí “dinero”.

DUODENO

La palabra duodeno deriva del término latino duodecim , que significa «doce», porque en una persona el duodeno mide doce dedos de largo

EL HÍGADO

La palabra hígado en griego se llamaba hepar, -atos; por eso decimos hepático, hepatitis, etc. En latín se llamaba iecur, iecoris. El iecur ficatum era el hígado de los patos alimentados con higos <—ficus, con el que se hacía un delicioso paté. De la palabra ficatum deriva el castellano hígado, el catalán fetge y el francés foie.

NÁUSEAS Y MAREOS

La palabra náusea proviene del griego naus, «nave», porque es la sensación que se tiene cuando se viaja en barco. Sin embargo, mareo proviene del latín mare, maris, «mar», y con esta palabra aludimos al mismo tipo de sensación.