«Si tomamos en consideracón contaminaciones como las
anteriores no debería sorprendernos que una persona mezclara los
adjetivos ostentoso y estentóreo, manteniendo el significado del
primero: “que hace ostentación” (derivado de ostentar); no era ostentoso
una palabra rara, a diferencia de la otra, desconocida para la mayor
parte de la gente, que se trata de una voz exclusivamente literaria,
creada en el Barroco como una derivación adjetiva de Esténtor, un personaje de La Ilíada, cuya voz era tan fuerte como la de cincuenta personas juntas".
Pascual Rodríguez, José Antonio . No es lo mismo ostentoso que ostentóreo. La azarosa vida de las palabras, Edit. Espasa, Madrid, 2013, pág. 84