viernes, 6 de agosto de 2021

Origen del léxico latino (2)

 

Hacer un análisis del léxico primitivo de la lengua latina significa sumergirse en un intrincado mundo cultural y social. Intrincado porque la sociedad primitiva romana estaba

constituida por valores culturales y morales de índole pragmática y social muy rígidos:

eran simples labradores-soldados dedicados al fundamental arte de la agricultura, la defensa de sus aldeas, la tenencia y protección de bienes patrimoniales y el culto religioso hacia algunas deidades de origen natural y doméstico; además de la enorme distancia en el tiempo, manifestándose un primitivismo social muy próximo al dominio cultural indoeuropeo. De lo que se ha mencionado hasta el momento, el léxico del ámbito agrícola-rural se extiende a otros dominios sociales como en la administración pública (leyes, política), en la educación, en la milicia y en la vida social y moral prácticas; entendidos estos dominios dentro de patrones ontológicos5. Ejemplificación del léxico agrícola latino en lexemas del español:

FELIZ < felix, -cis: fecundo, favorable. En las labores agrícolas arcaicas significaba que

produce mieses. *fela es la forma latina propuesta en correspondencia con el griego ψηλ pezón, de la cual derivaría felix6. (femina: amamantadora)

POBRE < pauper, -eris: pobre, que posee poco. En el campo agrícola designaba algo poco

productivo. Se decía tanto de animales como de tierras en cuanto a su valor productivo. (paucus).

ALUMNO (alma Mater) < almus muy nutritivo, derivado de alere nutrir. Se usaba este adjetivo

con terra, vitis, ager, y con diosas de la fertilidad -Venus, Maya, Ceres-. Por lo tanto se entiende por alumno que ha de ser alimentado en el servicio escolar, discipular (instruido).

ÍMPROBO < improbus desleal. Probus deriva de pro-bhuos que crece adecuadamente. Por

metaforización probus pasa a designar a una apersona honrada.

PODAR < putare considerar; creer, pensar. Putare deriva de putus limpio, puro. (purus). El

español conserva esta palabra primitiva en el ámbito de las labores agrícolas; pero en español contar < computare.

IMPEDIR < impedire amarrar el ganado. In-pes, -dis pie. Por lo tanto no avanzar.

EXPEDIR < expedire soltar el ganado. Ex-pes, dis. Por lo tanto dejar avanzar.

DELIRAR < delirare no estar cuerdo. De-lira surco. Delirare era salirse del surco.

Ámbito agrícola-religioso

DISCERNIR < discernere. Dis-cernere pasar por la criba. En su sentido original era apartar

lo innecesario.

EGREGIO < egregius distinguido. Ex-grex rebaño. Significa que alguien ha sido

seleccionado de un grupo por sus cualidades peculiares distintivas en cuanto a excelencia.

PROMULGAR < promulgare publicar, proponer una ley. Primitivamente promulgare sacar la leche de la ubre, ordeñar. (mulgeo ordeñar). Este término se origina en el hecho de presionar

las ubres para extraer la leche8. También poner al día.

SEMEN < semen, -inis semilla. (sero sembrar).

PROFANO < profanus impío. Pro-fanum ante el templo. Se dice de las actividades llevadas a cabo fuera de templo y por lo tanto no eran de índole sagrada.

 

PONTÍFICE < pontifex, -cis constructor de puentes. Originariamente, el pontifex era el sacerdote que realizaba las labores mágicas de consagración en la construcción de puentes en las primitivas aldeas que se construían sobre zonas lacustres.

FAMA < fama tradición; leyenda. Fa- hablar. Se acuña este término a la actividad religiosa de interpretación de los designios divinos (fatus, fabula).

VOTO < votum promesa hecha a los dioses, sacrificio. (plural vota > boda en español).

VATICINIO < vaticinus, -a, -um profético. Vaticinus se compone de vates adivino; profeta9

y cano cantar.

TEMPLO < templum recinto sagrado. Tem-plom. El templo era el espacio sagrado trazado

por un surco. La raíz tem- significa cortar(griego τϒμνϖ). Era en sí el espacio delimitado

por el augur.

VICARIO < vicarius, -a, -um representante; suplente. Vicarius deriva de vicus propiedad rural, barrio; calle.

PAZ < pax, -cis tratado, alianza. La raíz pac- es la misma de palus estaca. Los límites territoriales se marcaban con estacas, por lo tanto constituía una alianza respetar esas marcas. (pala).

PROPAGAR < propago extender. Pro-pagus aldea. Primitivamente era plantar un vástago.

(pango clavar; pax).

JUEZ < iudex, .cis juez. El iudex era el encargado de indicar (dic-) y aplicar la ley sagrada (ius).

JUSTICIA < iustitia justicia. El término deriva de iustus justo, es decir, la persona apegada a la

ley divina (ius).

PREVARICATO < praevaricari estar en acuerdo con la parte contraria (judicialmente). Deriva

de varus patizambo. En las labores agrícolas significaba hacer un surco torcido.

FORO < forum plaza pública. Primitivamente forum era el vallado de una granja. Se entienden

los límites desde los cuales se defendían los derechos individuales.

RIVAL < rivalis, -e contendiente, contrario. Rivalis deriva de rivus arroyo, que era un límite

natural entre propiedades. El rival era entonces un oponente territorial por disputas de aguas.

PECADO < peccatus falta, violación. La forma peccatus deriva de pes, -dis pie. Entonces

pecado es el hecho de estar en una situación moral muy baja; cercana a los pies; por el suelo.

INMOLAR < immolare rociar (con harina para el sacrificio). Mola harina para consagrar la

víctima. También significa molino.

PECUNIARIO < pecuniarius, -a, -um relativo al dinero. Esta palabra deriva de pecus, -oris

rebaño, ganado. El ganado era un medio para los contratos mercantiles.

COHORTE < cohors, -rtis cohorte (parte de la legión). En su origen cohors era una cuadra, un

corral.

MANÍPULO < manipulus, -i (sección más pequeña del ejército) puñado, manojo. Era el

puñado de trigo en la mano para ser atado.

TÉRMINO < terminus, -i límite. Terminus deriva de termen, -inis mojón.

PUGNAR < pugnare luchar. Pugnus en su origen hacía referencia al puño de la mano, por lo tanto era una forma de lidiar (pugilis).

CONDICIÓN < condicio, -onis acuerdo, pacto. Se compone de cum-dico convenir, fijar.

Indicaba la acción de llegarse a un acuerdo en disputas territoriales y, por lo tanto, respeto

(pax) a los límites de tierras (pala).

LEER < legere reunir, escoger, recorrer con la mirada. Con este término se hace referencia al

hecho de recorrer el campo; seguir la línea del surco; luego las líneas del texto escrito.

ESTIMULAR < stimulare punzar, aguijonear. Era la acción de punzar los animales con el

stimulus aguijón.

LUJURIA < luxuria. Deriva de luxus dislocado, desplazado. En época primitiva, se hacía referencia al crecimiento incontrolado y sin orden de la vegetación.

LETICIA < laetitia gozo, alegría. Deriva de laetus, -a, -um contento, alegre. Primitivamente

se expresaba con este término la fertilidad y la productividad de las tierras. Había una frase augural, laetum augurium presagio de abundancia y prosperidad. Laetare abonar.

CASTRO DELGADO: Léxico y metáfora: del latín arcaico al español

Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica XL (Extraordinario): 77-82 84, 2016/ ISSN:2215-2636







frase augural, laetum augurium presagio de abundancia y prosperidad. Laetare abonar.

sábado, 10 de abril de 2021

Origen del léxico latino (1)

 


El léxico latino señala que es una lengua con influencias de lo religioso y también de lo rural.  

Pecunia: valoración de la riqueza en términos ganaderos y nos referimos a ello como dinero.

Lucuples: el que tenía su parcela llena y nos referimos a ello como “rico”

Laetus: significaba “lozano, rico, productivo” aplicado a las tierras y nos referimos a ello como “feliz, contento”

Felix:  significaba “lo que da mieses” y nos referimos a “feliz, contento, dichoso”

Almus: significaba “favorecido por los dioses, propicio”

Probus deriva probhos y significaba “lo que crece en debida forma”

Luxus luxuria: en origen significaba “un crecimiento y desordenado de la vegetación”, luego a lujuria complacer. 

Delirare: significaba literalmente “apartarse del surco” luego ya designó el estado mental.

Praevaricari significaba originalmente “hacer un surco torcido” y luego pasó a designar al abogado que obraba a favor del contrario.

Impedire y expedire procede de atar a un animal. 

Incohare: en origen significaba unir al cohum, una parte del yugo.

Contumax se aplicaba en principio a los animales indomables.

Rivalis: Varrón nos cuenta que el término de la enemistad surgía por las disputas de los rivus “arroyo2”

Forum: en su origen designaba en principio al vallado que rodeaba la granja.

Manipulus: literalmente “puñado o manojo”, luego una parte del ejército donde cohors también tenía un significado agrícola.

Agmen: en su origen designaba algo que se llevaba hacia adelante: un rebaño o una manada, luego pasó a designar al ejército en marcha o columna.

Promulgare: en su origen significaba “sacar la leche d la ubre” y luego a promulgar.

Cernere y putare  en su origen significaban acciones campestres “cribar” y “podar”

viernes, 31 de agosto de 2018

Humor romano



 Sigue los cánones de una inscripción funeraria, pero autores como G. Fagan o A. Donati creen que, probablemente, se trata de una broma, un cartel con "guasa" para poner en la pared del edificio como tabla de precios. La inscripción se presenta como el epitafio de un tal Lucio Calidio Erótico y Fannia Voluptas (es decir, Fannia "Placer"), cuyos nombres ya dan pistas sobre el tipo de establecimiento que regentaban. En la parte inferior se encuentra un relieve que representa a los protagonistas de un diálogo: un posadero y un viajero ataviado con la típica paenula viatoria, una especie de "poncho" que se utilizaba para viajar, y un mulo. El diálogo, escrito en la inscripción, dice lo siguiente:


-Viajero: ¡Posadero!, hagamos la cuenta.
-Posadero: Tienes 1 sextante de vino, 1 as por el pan y 2 ases por el condumio.
-Viajero: De acuerdo, posadero.
-Posadero: Por la chica, 8 ases.
-Viajero: También, hasta ahí de acuerdo.
-Posadero: El heno de tu mulo, 2 ases.
-Viajero: ¡Éste mulo me llevará a la ruína!

Tomado de: http://esunaviejahistoria.blogspot.com/2015/03/humor-romano.html#more

sábado, 11 de febrero de 2017

Más, más ... insultos en latín

Cómo insultar en latín con elegancia.

El latín es el idioma más eficiente a la hora de insultar a alguien. Cada actitud inapropiada, torpe, o directamente criminal, poseía un insulto específico. Este nivel de excelencia se justifica por una sencilla razón: los romanos valoraban enormemente la fuerza del insulto, y lo convirtieron en una parte esencial del habla cotidiana.
Comenzaremos por algunos insultos en latín de baja frecuencia, por clasificarlos de algún modo, y luego analizaremos los insultos más fuertes y creativos. También es importante mencionar que las traducciones de estos insultos en latín, en muchos casos, no significan una gran ofensa para nosotros, pero en la época de los romanos eran tomados como verdaderas afrentas.
Uno de los insultos más frecuentes en latín era stulte, «estúpido». Para elevar la apuesta se recurría a stultissime, es decir, «completo estúpido»; o bien stultissimi, en el caso de querer insultar a un grupo de perfectos estúpidos; aunque en este último caso también se podía emplear fungi, literalmente, «hongos», insulto de carácter sectario que hacía referencia a los sujetos provincianos.
A la persona con malos hábitos a la hora de comer, que para los parámetros romanos debía ser alguien realmente grosero, se le llamaba ructator, «eructador». Si el sujeto poseía modales aún más rústicos se le endosaba el título de ructabunde, «bolsa de pedos», o bien de sterculinum, «letrina».
A un individuo que no entendía claramente lo que se le decía se le llamaba fatue, «tonto». Si su poder de comprensión era todavía más deficiente se apelaba a caudex, «idiota», pero únicamente cuando se hacía referencia a su perplejidad. Al que sí entendía pero que necesitaba que se le repitiera lo dicho se le llamaba nugator, que elegantemente podríamos traducir como «insignificante», aunque en realidad expresaba más bien cierta impaciencia en relación con la nulidad auditiva del otro.
Si uno deseaba manifestar cierta superioridad social sobre el otro se lo llamaba vappa, término intraducible que refiere a cierto vino agrio y desagradable. Si la superioridad era intelectual, se le decía matula, literalmente, «vasija», acaso en relación a una cabeza vacía.
En el caso de que alguien fracasara en una tarea determinada se lo llamaba malus nequamque, literalmente, «malo para todo», aunque para nosotros resultaría más adecuado «bueno para nada».
A quien cometía una indiscreción fuera de lugar, o bien traicionaba un secreto, se le decía bucco, «bocón», básicamente un alcahuete. Este era un insulto severo, que podía ir acompañado por caenum, «sucio»; spurce, «mugroso», o stercoreus, «sorete».
Buena parte de los insultos en latín tienen que ver con la higiene personal. Por ejemplo, luteus, «embarrado», indicaba a alguien cuyas ropas estaban sucias; oraputide, o «boca podrida», a alguien con mal aliento. Aquellos que despedían demasiado olor a transpiración eran llamados putide, «apestoso», lutulente, «mugriento»; o tramas, «basura».
El aseo capilar también era muy importante en la vida de los romanos; de tal modo que el término pediculose, «piojoso», recaía tanto a los que sufrían de pediculosis como a aquellos de cabellera desprolija.
Uno de los aspectos más interesantes de los insultos en latín es su relación con la cultura criminal. De hecho, buena parte de los insultos en latín tienen que ver con la idea de scelus, o «crimen», entendido menos como una actitud ilegal que como una contravención de las normas morales.
Un verbero, «avergonzado», se refería a alguien con un pasado vergonzoso. En la vida política de Roma era un insulto letal; lo mismo que fugitive, «fugitivo», con el tremendo peso coyuntural de la época, donde solo una persona esclava podía ser considerada fugitiva.
El sujeto que cometía un hurto era llamado fur, «ladrón»; insulto que entre las personas públicas se transformaba en un desconcertante trifur, literalmente, «triple ladrón». La fuerza de este tipo de acusaciones queda evidenciada en la palabra furcifer, que literalmente significa «portador del ladrón», y en términos prácticos, «horca». Para otro tipo de crímenes se recurría al más civilizado cruciarus, es decir, alguien que merecía ser crucificado.
Ahora bien, para despedirnos pasaremos a los insultos en latín más fuertes.
Por razones obvias deberemos obrar con prudencia a la hora de traducirlos, en algunos casos, apelando a ciertos refinamientos que no están presentes en el original
Paedicabo ego vos significa algo así como «voy a romperte el c*». Este insulto era exclusivo entre hombres, lo mismo que Irrumabo ego vos, «voy a c* por la boca», o más elegantemente, voy a obligarte a que me practiques una felación; frente a lo cual uno podría responder que el otro duros nequeunt movere lumbos, es decir, que es incapaz de tener una erección.
Un insulto en latín bastante frecuente era cinaede, «afeminado»; o pathice, un hombre que disfruta con ser penetrado. Con el mismo significado, aunque con menos refinamiento, se utilizaba el término puttus, «puto».

Frente a este tipo de acusaciones normalmente se le oponía el término mentula, alguien de escasa dotación viril. 

Tomado de: http://elespejogotico.blogspot.com.es/2017/02/como-insultar-en-latin-con-elegancia.html?m=1

lunes, 18 de julio de 2016

Más insultos en latín

Como en toda lengua que se precie, el insulto es algo inherente a la sociedad, y en cierto modo puede reflejar la forma de pensar o incluso el modo de vida de sus hablantes. El propósito del insulto no es otro que el de irritar o atacar al interlocutor, de tal forma que tal ataque hará referencia a una característica propia que distingue a esa persona del statu quo. Por este motivo es interesante conocer algunos insultos de la lengua latina; como es de esperar, hay insultos que aún conservamos hoy en día, ya sea a través de la etimología o a través de la semántica. 

1. Pathicus, -a, -um 

La traducción aproximada de este término sería la de «maricón», puesto que alude a la persona que es sometida al sexo anal. En inglés existe el términopathicque se refiere a aquella persona que es pasiva —en términos sexuales—, que es sodomizada o que simplemente sufre por algo y, por lo tanto, es víctima. 

2. Cinaedus, -a, -um

En la misma línea del término anterior encontramos este término que alude al hombre pasivo en una relación homosexual. También puede traducirse como «impuro», «obsceno» o «afeminado».

3. Spado, -onis

Término con el que se designa a aquel que ha sido castrado o que es impotente.

4. Hircus, -i

Literalmente 'macho cabrío' o 'hedor del macho cabrío'. Sin embargo, por extensión se utiliza este término para referirse a aquella persona que es despreciable, grosera o indecente. 

5. Pecus, -udis

La palabra alude a la res o cabeza de ganado. Al igual que ocurre en el término anterior, también se emplea para referirse a personas, por lo que su traducción sería la de «bruto» o «borrego».

6. Molliculus, -a, -um

Dícese de aquella persona delicada, blanda, floja o afeminada. 

7. Stultus, -a, -um

Adjetivo con el que se alude a aquella persona necia, tonta o estúpida. Su superlativo —stultissimus— no solo pondría más énfasis al insulto, sino que también designaría un grado mayor de necedad o estulticia. 

8. Perfidus, -a, -um

De este término procede nuestro pérfido en castellano. Su cometido, por tanto, sería el de afirmar que una persona es infiel, deshonesta o traidora. 

9. Imbecillus, -a, -um

Otra palabra «transparente» sería esta, aunque su significado ha variado en cierto modo. En latín se utilizaba este término para aludir a aquella persona débil, sin carácter o pusilánime. 

10. Impudicus, -a, -um

Se aplica a aquella persona que es considerada como inmoral, impura o que carece de pudor. 
Tomado de http://unono.es/10-insultos-en-latin-que-deberias-aprender-cuanto-antes/article/4432